Siglo VIII a. C

Los primeros indicios de asentamiento en el espacio que nos ocupa se corresponden a los siglos VIII Y VII a. C. Los restos que aquí hallamos son unas estructuras de habitación construido en tierra con técnica del tapial y un pavimento de "arenas rojas". En el interior de una de las estancias y asociadas a manchas de cenizas han aparecido productos líticos tallados, vasos hechos a mano con decoración incisa y de adscripción tartésica hecha a torno.